La primera etapa de la vida, de 0 a 3 años, es un período crucial en el desarrollo del niño/a, y nuestra escuela infantil está muy consciente de ello, ya que, es durante estos años cuando se establecen las bases para el crecimiento emocional, físico y cognitivo a largo plazo. En este sentido, fomentar la autonomía infantil, en esta etapa temprana es de gran importancia, ya que les permite adquirir habilidades y confianza en sí mismos que serán esenciales para su desarrollo y éxito en el futuro.
La autonomía infantil se refiere a la capacidad del niño/a para realizar tareas por sí mismo, tomar decisiones y resolver problemas de manera independiente. En Diventium se busca trabajar de la mano con las familias, tratando de estimular a los peques a valerse por sí mismos, en las diferentes tareas acordes a su edad. El niño/a comienza a explorar el mundo que le rodea, a través de sus sentidos y movimientos. Es por ello, que en este período es fundamental ofrecer al niño/a la oportunidad de experimentar y explorar, a través del juego, el movimiento y la interacción con su entorno.
Fomentar la autonomía infantil en esta etapa temprana de 0 a 3 años, no sólo permite al niño/a desarrollar habilidades físicas y cognitivas, sino que también ayuda a desarrollar su autoestima, confianza y habilidades sociales.
Es importante destacar, que fomentar la autonomía en los niños/as no significa dejarlos completamente solos o desatendidos, sino más bien ofrecerles un ambiente seguro y estructurado en el que puedan explorar y aprender de manera autónoma. Los padres pueden apoyar el desarrollo de la autonomía infantil al brindarles oportunidades para tomar decisiones y hacer tareas por sí mismos, y al mismo tiempo ofrecerles orientación y apoyo cuando sea necesario.
En la Escuela Infantil Diventium se les ofrece a los peques actividades experimentales que los llenen de curiosidad y emoción, invitándoles a participar activamente, además de enseñarles en sus rutinas diarias desde que llegan, en el momento de la asamblea, a la hora de comer, cuando se lavan sus manitas, cuando se ponen o se quitan su abrigo o incluso cuando van a dormir, que intenten hacerlo todo por si mismos, al principio no es tan fácil, pero poco a poco lo van logrando; y resulta muy satisfactorio cuando se les ve su carita de satisfacción y seguridad.
En el hogar también se puede estimular el desarrollo de la autonomía infantil. Hay muchas formas de hacerlo y alguna de ellas pueden ser:
El permitir que tu peque elija y busque la ropa que quiere usar siempre dentro de unas opciones limitadas que como padre le darás, el ofrecer un amplio abanico de acciones podría causar conflicto, esto les da la oportunidad de tomar decisiones y sentirse más independientes.
Fomentar que intenten vestirse y desvestirse, invitarles a poner ellos mismos su ropa en la cesta de la ropa sucia, o de guardar sus zapatos en su lugar.
Cuando sea la hora de jugar, enseñarles a buscar los juguetes que desean utilizar y que posteriormente al terminar sean ellos mismos los que los guarden en su lugar.
Antes de cumplir el primer año, a la hora de la comida se les puede permitir que coman solos, aunque al principio no es nada fácil, es muy importante estar pendiente de acompañarles, pero cuanto más rápido comiencen a intentar hacerlo solos, más seguridad irán adquiriendo en esa primera etapa.
En definitiva, el fomento de la autonomía en los niños, durante la primera etapa de la vida, es fundamental para su desarrollo y éxito futuro. Al permitirles adquirir habilidades y confianza en sí mismos, se les está brindando la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y convertirse en adultos seguros, competentes e independientes. Y esto, a su vez, beneficia a los padres al permitirles disfrutar de una relación más positiva y constructiva con sus hijos/as.
Escuela Infantil Diventium
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