Un estilo de vida saludable se debe fomentar desde pequeños, hacer de los buenos hábitos una costumbre que permita mantener el equilibrio físico y mental.
Los aspectos que se deben trabajar son una alimentación sana, higiene, ejercicio físico, dormir las horas adecuadas y disfrutar del juego.
Alimentación sana
Fomentar desde niños buenos hábitos alimenticios, contribuirá a tener una vida saludable cuando sean adultos. La alimentación equilibrada evita problemas importantes de salud como la obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares, entre otros.
Es importante tomar en cuenta los siguientes principios:
No saltarse comidas, todas son importantes cuando se está en la edad de crecimiento.
Vigilar que haya una alimentación equilibrada y que los niños tengan entre sus alimentos: frutas, verduras, cereales y proteínas que les permitan crecer sanos y fuertes. Se debe beber suficiente agua, para eliminar toxinas e hidratar los órganos del cuerpo.
Fomentar en los niños la importancia de comer en forma adecuada, para ello, involucrarlos si es posible en la compra de los productos, elaboración de comidas etc.
Comer en familia y que esto represente un momento agradable y feliz.
Higiene
La higiene adecuada se debe enseñar desde muy pequeños. El baño diario con un jabón adecuado, lavado de manos tantas veces sea necesario; y limpieza de dientes después de cada comida, promueve que se tenga una mejor salud y evita enfermedades virales y bacterianas.
En el caso de las manos limpias, se ha comprobado que el 50% de las enfermedades como resfriados, gripes y diarreas vienen de la mala higiene de las manos. Estos hábitos deben ser fomentados desde muy pequeños. Los niños juegan y tocan todo, de ahí la importancia de la higiene en la prevención de la salud. Este hábito se aprende con el ejemplo, los niños imitan a los padres.
La higiene no solo debe aplicarse en los seres humanos sino también en su entorno, hay que enseñar a los peques la importancia de mantener todo limpio a nuestro alrededor.
Ejercicio físico
El realizar actividades físicas, trae importantes beneficios tanto para la salud física como emocional. Los niños que hacen ejercicios físicos en forma regular, tienen más probabilidades de tener un desarrollo más adecuado, reduciendo riesgos de obesidad, de enfermedades como la diabetes y niveles de colesterol adecuados en sangre. Se debe buscar tener horarios para realizar ejercicios y que sean parte de la rutina. El promover hacer ejercicio con los peques no solo mejora el estado de ánimo, diversión y actividad social, sino que proporciona más energía para hacer las actividades diarias y promover un mejor sueño.
Dormir las horas adecuadas
El sueño tiene la misma importancia para el desarrollo y crecimiento que la adecuada nutrición. Las horas de sueño varían en la edad que tengan los niños y de las actividades físicas que realicen en el día. Cuanto más pequeños son más horas necesitan dormir. Un niño entre 1 y 2 años puede dormir entre 10 y 12 horas en la noche y hacer siesta hasta de 3 horas, en cambio cuando tienen entre 3 y 6 años, duermen unas 10 horas, pero van suprimiendo la siesta.
Para que los peques duerman bien, se deben poner horarios y establecer una rutina previa que los ayude a conciliar el sueño.
Disfrute del juego
Los juegos traen muchos beneficios en los niños; fomentan el aprendizaje, la confianza en sí mismos, desarrollo de autonomía, la concentración, la segregación de endorfinas para un mejor estado de ánimo y una mejor sociabilización, fomentando la cooperación y el autoconocimiento de fortalezas y debilidades.
Al igual que se establecen horarios y rutinas para comer, hacer ejercicios y para dormir, es importante que el niño tenga esos ratos de juego que le permiten divertirse y mantener un balance. Un niño que se siente libre para jugar y divertirse, luego de haber cumplido con sus obligaciones correspondientes a cada edad, es un niño motivado, receptivo y feliz.
Escuela Infantil Diventium