En este apartado del blog podéis encontrar diferentes propuestas que sirven para fomentar el deporte y la psicomotricidad en los niños, pero no solo esto, sino para afianzar aún más el vínculo con vuestros pequeños y el autoestima de los mismos.
Debemos partir siempre de la base de que el niño aprende y se desarrolla jugando, por lo que tenemos que adecuar los movimientos o diferentes deportes a realizar al momento evolutivo y de desarrollo en el que se encuentre. Asimismo, estas actividades son invitaciones y propuestas, por tanto, tenemos que respetar su decisión de participar o no, evitando imponer la realización de la misma, porque si les forzamos puede tener un efecto negativo en el niño.
Una vez dicho esto, el deporte y el desarrollo psicomotor son conceptos que están integrados el uno en el otro, unidos, porque la finalidad de los mismos es que el niño experimente, explore y aprenda a través del movimiento y el lenguaje no verbal, a la vez que se desarrolla como un ser completo y global desarrollando así el ámbito físico, psíquico, social y cognitivo.
Actividad
La propuesta que a continuación os ofrezco puede variar dependiendo de la utilidad que le quiera dar nuestro pequeño a los materiales (plumas, pelotas, algodones…) o la postura en la que quiera realizar esta actividad, quizás invente una nueva forma de realizarlo, la cual, podemos incluir en nuestro juego, de esta manera él se sentirá más valorado y escuchado, lo que hará que aumente su autoestima y su confianza.
Ya que vivimos en una sociedad en la que “vamos muy deprisa” os propongo una sesión de masaje, para reconectar cuerpo y mente a la vez que desarrolláis un vínculo especial con vuestro pequeño. Para ello os propongo la realización de un masaje.
Recordar que todas las posturas se pueden adaptar a cada niño y el orden de los movimientos pueden variar.
Masaje
Lo que queremos conseguir realizando este ejercicio con los bebés es ir poco a poco moviendo su cuerpo y estimular los sentidos. Los más mayores para involucrarlos más en el masaje pueden elegir algún material a la hora de realizar el masaje, o quizás nos puede ayudar a dar un masaje a otro miembro de la familia.
Para comenzar el adulto estará situado sentado en el suelo, con la espalda erguida, y las piernas en rombo, con las plantas de los pies juntas, dejando así el hueco para situar ahí al bebé boca arriba (cabeza apoyada en los pies), otra forma de sentarse, podría apoyando el glúteo, la utilización de una postura u otra dependerá del pequeño, esto en el caso de los bebés, si es más mayor, se situará boca arriba a nuestro lado y nosotros estaremos sentados sobre nuestras rodillas. Siempre tenemos que partir de que el niño se sienta cómodo en la posición en la que le ponemos ya que el objetivo es que él se sienta seguro y su experiencia sea agradable.
Es recomendable que para mantener una mayor conexión y vínculo con nuestro pequeño, le comuniquemos que es lo que estamos haciendo, por lo que podemos hablarle, cantarle una canción que ya conocemos o inventarnos una en ese momento que incluya estos movimientos.
Una vez que todos estamos situados, empezaremos por los pies de nuestro niño/a, y realizaremos movimientos de arriba abajo, de forma alterna. Una vez que hemos terminado con los pies pasaremos a las rodillas, llevando estas hacia la tripa de nuestro hijo/a realizando pequeños encogimientos, después pasaríamos la realización de movimientos contrarios tocando mano derecha con pie izquierdo y viceversa, seguidamente pasaríamos a abrir los brazos y cruzarlos, después realizaríamos movimientos alternos con los brazos de arriba y abajo y por último pasaríamos a la cabeza, donde con suaves caricias podemos ir diciendo las partes cuerpo.
Espero que esta propuesta de masaje os ayude a relajaros a la vez que creáis esa relación con vuestro pequeño, como veis son propuestas sencillas que carecen de material y que podéis llevar a cabo en cualquier lugar y a cualquier hora.
Muchas gracias por leernos.
Beatriz Ramos.
Tutora de aula en Escuela Infantil Diventium