Como padres, las mañanas de lunes a viernes son complicadas. Tenemos que llevar a nuestros hijos a la Escuela Infantil o al colegio puntuales y además llegar a nuestra hora a nuestro puesto de trabajo. Nos acostamos todas las noches diciéndonos que podemos conseguirlo, que estamos perfectamente sincronizados y preparados para podernos levantar tranquilamente, despertar, dar el desayuno, vestir a nuestros pequeños y llegar sin agobios tanto al “cole” como al trabajo. Pero, la realidad es diferente. Pensamos que nos levantamos todas las mañanas con tiempo de sobra para llevar a cabo las rutinas matinales, pero por “a” o por “b” acabamos estresados, enfadados, gritando a nuestros hijos, corriendo. Y cada día, cuando llegamos al trabajo, nos decimos: “Esto no es bueno ni para nosotros ni para nuestros hijos”, ¿Cómo podríamos hacerlo mejor?”, “¿que podríamos cambiar para evitar los conflictos por la mañana?”, “¿cómo podríamos colaborar todos en la familia?” …
Aquí os damos algunas ideas que esperamos os sirvan de ayuda, puedan minimizar o eliminar ese malestar diario e ir al cole y al trabajo con alegría:
Levantaros con el tiempo suficiente como para que un imprevisto no os haga llegar tarde a todos. Los niños, en general, no entienden de prisas, y no comprenden las consecuencias de llegar tarde. Además, ir con prisa os generará estrés a los mayores que transmitiréis a los “peques” y por otro lado os hará tener mucha menos paciencia que acabará en enfado. Si por la mañana tenéis tiempo para unos minutos de relax, como jugar mientras mamá o papá acaban de arreglarse o desayunar todos juntos en familia, el niño disfrutará más y estará más relajado.
Dejad todo preparado antes de ir a dormir. Eso os proporcionará mejor descanso y poder levantaros más tranquilos.
Será bueno que dediquéis un poquito de tiempo a los mimos mientras despertáis a vuestros hijos. Si todo está organizado el día antes, dedicar unos minutos a los mimos con vuestros hijos transformarán la mañana de toda la familia. Además, dará a los pequeños la motivación necesaria para cooperar en lugar de enfadarse. Con esta conexión, todo resultará mucho más fácil.
Los niños necesitan vuestra ayuda para avanzar en sus rutinas. Eso les motivará. Para comenzar bien el día, pensad que vuestra labor es ayudarles a que avancen a través de las rutinas de la mañana. Recordad que el hacer las cosas al ritmo que a vosotros os gustaría es vuestra prioridad, no la de vuestros hijos.
No deis órdenes. ¡Es mucho mejor pedir colaboración! Eso hará que vuestros hijos se muestren más tranquilos, fomenten la autoestima y desarrollen la autonomía.
Hablad con ellos (en cualquier momento del día que no sea la mañana) y explicadles que es importante que el momento de levantarse, arreglarse, desayunar, debe ser agradable porque así todos vamos más contentos al cole o al trabajo y todo funciona mucho mejor, así como la importancia del trabajo en equipo.
Decidles que siempre estaréis dispuestos a escucharlos. Seguramente, en algún momento, puedan aportar alguna idea para poder mejorar las mañanas.
Si vuestros hijos son “mayores”, dadles un reloj para que vayan controlando su tiempo. Decidle a qué hora deberían estar preparados y ayudarles si lo necesitan. Otra opción es anotar la hora en un papel y pegarlo en un sitio visible para que la recuerden. Si veis que se despistan podéis preguntarles ¿Qué hora es?
Haced con vuestros hijos una tabla divertida, con dibujos, de rutinas matutinas y pegadla en la pared, para que puedan seguirla de manera autónoma. De este modo, no se pondrán nerviosos porque no tendréis la necesidad de estar continuamente recordándoles lo que tienen que hacer.
No olvidéis agradecerles y valorar su disposición a ayudar por las mañanas.
Dejad que escojan la ropa para ponerse al día siguiente (dentro de un orden), orientándoles o dándoles algunas opciones (Si no tienen que llevar uniforme).
Reíros y haced bromas de camino al “cole”
¡ÁNIMO PAPIS!
Almudena Zumel
Tutora de aula en Escuela Infantil Diventium
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